Relatos de Sabado- Halloween 2013 - LAS TRES NEURONAS DE ANESCRIS BLOG

18 de octubre de 2014

Relatos de Sabado- Halloween 2013



      
     Hoy en relatos de Sábado os voy a poner un relato que público el año pasado en el reto de Halloween 2013 del http://podemos-juntos.blogspot.com.es/ Tamara Villanueva , pero si queréis leer mas relatos del año pasado podéis dar a la imagen siguiente os llevara directamente al enlace donde se descarga el libro gratuitamente. 


CONFESIONES



Me encontraba revolviendo el armario cuando llamaron al timbre, seguramente sería Leinad, desde que me había convertido, no dejaba de pasarse por mi casa para saber cómo estaba y eso me 
ponía muy nerviosa, pues nadie quiere tener cerca a una persona como él.

Yo no le pedí convertirme, no soy una persona que sueña con ser inmortal, pero me había caído frente a él por las escaleras de la escuela, y por un extraño motivo él se sintió impulsado a salvarme 
la vida antes de lo previsto.

Cuando desperté dos noches después y me vi en su cama, desnuda, casi muero del susto, y comprenderéis que sería así para cualquiera, su cama es un ataúd. Me levanté sin hacer ruido y bajé
a la sala de estar, donde para mi sorpresa, muchas personas se volvieron para mirarme.

― Nos alegramos de que hayas despertado —dijo una anciana mujer sorprendiéndome.
― ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? —recorrí el salón con la mirada.
― Leinad te explicará a su regreso —dijo un joven al otro lado de la estancia, y se llevó a los labios una copa de vino.


De repente mis encías se inflamaron y percibí un olor extraño ¿era sangre?, me miré extrañada y no vi rastro alguno en mi ropa, pero todo era tan extraño. Alguien tocó mi hombro y me volví rápidamente, no le había oído llegar, al mirarle note que sus ojos eran de otro color distinto al que yo recordaba. Leinad era sin duda alguna el chico con el que yo llenaba mis hojas de los cuadernos de clase, los posters de mi carpeta, todo, porque Leinad era mi amor de juventud, pero ahora, me daba miedo tenerle tan cerca, me daba miedo notar una extraña sensación donde él me tocaba, como un calor casi insoportable.

― Tenemos que hablar —me dijo.
― Por supuesto que si —contesté rápidamente— ¿Qué hago aquí? ¿Por qué no estoy en casa?
― Es difícil de entender —carraspeó él.
― ¿Difícil? ¿Es que te has vuelto loco? Todo el mundo estará buscándome.
― Has tenido un accidente.
― Es una broma ¿verdad?
― En teoría estás muerta.

Una risa nerviosa comenzó a salir de mi propia garganta, y yo no podía controlarla, miré de un lado a otro mientras todos los presentes del salón me miraban perplejos, no podía ser, yo era demasiado joven para morir, y ¿qué diablos hacía Leinad en mi sueño? Vale que era el chico de mis sueños desde hace mucho, pero, ¿incluso muerta pensaba en él? La cosa debía ser peor de lo que yo pensaba, debí hacer caso a mi amiga Kat, ella siempre me decía que estaba obsesionada con él.

― Kat no tiene razón —le oí contestarme.
― Muy bien —dije molesta— ¿Cómo que estando muerta, puedes leer mis pensamientos?
― No he dicho nada en voz alta, es tu mente la que lee los míos.
― Que más quisieras —me volví para salir de aquel atestado salón cuanto antes y sin pensarlo encontré la puerta de la calle. Salí al exterior, donde la noche era tenebrosa y normalmente me hubiera dado miedo, pero ese día, sentía que nadie podría hacerme daño.Sin dudarlo, comencé a correr y salí del jardín de la casa, la calle estaba desierta, pero yo oía voces lejanas, miré hacia los 
edificios con sus ventanas iluminadas, me daba la sensación de oír a todas y cada una de las parejas que se encontraban detrás de aquellos cristales iluminados. Finalmente llegue a casa y entré dando un portazo, papá y mamá no estaban allí, ellos nunca estaban a esas horas, pues los dos trabajaban de noche, agradecí que no estuvieran, no quería encontrarme con ellos y explicarle mi llegada a esas horas de la madrugada.

― Tardaste más de lo que creía —oí la voz de Leinad que estaba tumbado sobre mi cama.
― ¿Qué haces aquí? —dije preocupada.
― Esperarte, como hice el resto de mi eternidad —contestó.
Y esperarme es lo que seguía haciendo cada día al anochecer, pues al parecer, yo estaría junto a él por la eternidad. 

Tamara


     Ahora si queréis apuntaros al reto de este año darle a la foto siguiente y os llevará al blog donde se hace el reto y podréis tener mas información.






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